Cal viva fallida, un testigo violado y un policía muerto en la sala de vistas
La verdad (incompleta) sobre lo ocurrido con Lasa y Zabala fue arrancada a la cal viva y al sórdido manto de silencio impuesto por la Guardia Civil. Ello incluyó el ataque salvaje a un testigo protegido y llevó a la muerte al comisario que había sido clave para identificar los restos.