Rashid Khalidi: "Israel actúa cada vez con mayor impunidad"

Rashid Khalidi
Gina Tosas
Entrevista a
Rashid Khalidi

En 1899, Yusuf Diya al Khalidi, alcalde de Jerusalén, escribió al padre fundador del sionismo, Theodor Herzl, cuando se enteró de su llamamiento a crear un hogar nacional judío en Palestina. La respuesta constató que los planes de colonizar esa tierra incluían la expulsión del pueblo que la habitaba. Hoy, tras el inicio de año más mortífero para los palestinos en Cisjordania de la última década y media, su sobrino tataranieto, Rashid Khalidi (Nueva York, 1948) publica Palestina, cien años de colonialismo y resistencia (Capitán Swing, 2023). El titular de la cátedra Edward Said de Estudios Árabes de la Universidad de Columbia y asesor de la delegación palestina en las negociaciones de paz de Madrid y Washington entre 1991 y 1993 advierte del peligro que se avecina si Europa y EE.UU. continúan dando rienda suelta a Israel a la vez que lamenta el fracaso del liderazgo palestino.

Usted afirma que Reino Unido y EE.UU. han sido los grandes valedores del colonialismo de Israel...

La idea de que Israel está solo contra los palestinos o contra los países árabes es completamente falsa. Siempre contó con el apoyo de la mayor potencia imperial de la época, ya fuera el Imperio Británico antes de la Segunda Guerra Mundial, o los EE.UU., después.

Usted describe los cien años de “guerra” contra Palestina a través de seis episodios: de la declaración de Balfour (1917) a la Segunda Intifada (2000). ¿Es posible que ocurra otro acontecimiento comparable en un futuro cercano?

Es probable que estemos viviendo ahora mismo otra fase de la guerra contra los palestinos. El número de palestinos asesinados en la Cisjordania ocupada el año pasado fue el más alto en más de 15 años. En lo que va de año, ha habido más de 50 personas muertas. El 2023 está en camino de ser otro año muy mortífero. Y eso se combina con la política antipalestina mucho más severa, rigurosa y draconiana que este nuevo gobierno encabezado por Beniamín Netanyahu ha prometido implementar. Como consecuencia de ello, también estamos ahora ante otra fase de la resistencia palestina.

¿Cómo explica la escalada de violencia del inicio de año?

En la Cisjordania y la Jerusalén Este árabe ocupadas han vivido sin ley, bajo la bota de la ocupación militar, desde 1967, hará 56 años en junio. Los soldados israelíes nunca son castigados si asesinan a palestinos, que siempre son condenados por tribunales militares. Es una situación intolerable. Parece que EE.UU. y Occidente digan que mantener el statu quo y la estabilidad debe ser nuestro objetivo, pero esto significa mantener la violencia e ilegalidad incesantes contra millones de palestinos bajo ocupación. La severidad de la ocupación y su brutalidad están creciendo. La impunidad con la que Israel actúa es cada vez mayor. Nadie le detiene. La situación empeora y nadie parece reconocer que probablemente tendremos más problemas en el futuro de los que tenemos hoy.

¿Qué podemos esperar del gobierno más derechista de la historia de Israel?

En su última visita a Palestina, el Secretario de Estado de Estados Unidos (Antony Blinken) no pudo ser más efusivo, más amable y más positivo con el gobierno más extremista de la historia de Israel, que niega la posibilidad de un estado palestino. Pero ninguno de sus planes ha provocado una respuesta seria entre la comunidad internacional. Israel es un país muy poderoso, una potencia nuclear que aterroriza a sus vecinos: ha bombardeado ocho capitales árabes en los últimos 50 años. Pero al mismo tiempo, depende completamente del apoyo externo y es muy sensible a las críticas de fuera. EE.UU. envía 3.800 millones de dólares en armas cada año. Y Europa es su mayor socio comercial. Lo trata como si fuera un país normal, pero es la ocupación militar más larga de la historia moderna. Israel exporta bienes desde asentamientos ilegales contra los que la UE no hace nada.

¿Es posible que veamos un nuevo intento de expulsión de los palestinos?

Israel se fundó con la expulsión de unas 750.000 personas del territorio que había conquistado en 1948. La mayoría de la población árabe de esas zonas fue expulsada por las fuerzas israelíes. En la guerra del 1967, 100.000 personas también fueron expulsadas. Desde entonces, ha habido una política de hacer la vida tan difícil a los palestinos, de complicar sus condiciones legales y permisos de residencia de tal manera que disminuya su población. Esta obsesión con la demografía ha sido una preocupación sionista desde el comienzo del sionismo político moderno. No se puede crear un estado judío en un país de mayoría árabe sin reducir la población árabe y aumentar la judía. Siempre existe la posibilidad de que haya otra expulsión posiblemente al amparo de la guerra.

¿Por qué critica las facciones políticas palestinas?

Una gran parte del estancamiento actual se debe al fracaso del movimiento palestino para unificarse, definir un objetivo estratégico claro y explicarlo al mundo, incluido a los israelíes. Tenemos que acabar con los movimientos políticos de hoy: la Autoridad Palestina de Ramala, dirigida por Fatah, y Hamas, en Gaza. Ninguno de los dos tiene la voluntad de actuar en el interés nacional palestino. Por supuesto, las fuerzas externas hacen todo lo posible para mantenerlos divididos. Y no solo me refiero a Israel y a EE.UU., también Irán, Turquía y cada uno de los países del Golfo, que favorecen por separado a una facción y mantienen debilitados a los palestinos. Es un problema que los palestinos han enfrentado a lo largo de su historia moderna. La Autoridad Palestina solo se preocupa de sus propios asuntos internos y apenas se dedica a la diplomacia. Algo aún más cierto con Hamas. Ninguno actúa realmente en nombre de la causa palestina. Solo quieren sobrevivir y mantener su poder.

¿Qué salida les queda a los palestinos?

La colonización puede crear nuevas naciones, como Nueva Zelanda, EE.UU, Canadá o Australia, donde aún hay poblaciones indígenas, que en muchos casos no han logrado plenamente sus derechos. Pero la situación de los palestinos es diferente; hay más palestinos que judíos israelíes. Este no es el caso de los nativos americanos o de las poblaciones de otros países donde el colonialismo ha implicado el genocidio y la destrucción total de la población indígena. Con suerte, al igual que los sudafricanos o los irlandeses, los palestinos superarán el colonialismo y aprenderán a reconciliarse con las otras personas que viven en el mismo país que ellos.

¿Qué se necesita para abrir un nuevo proceso de negociaciones?

Primero, un liderazgo palestino unificado y revitalizado, y un movimiento nacional palestino que tenga una visión de lo que quiere. Segundo, un marco de negociación adecuado; que quede claro que no es una situación de equilibrio, sino que hay un ocupante, agresor, por un lado, y la población ocupada, por el otro. La idea base de las negociaciones de paz de Madrid y Washington de 1991, en las que participé como asesor de la delegación palestina, era que podías juntar a las dos partes y simplemente dejarlas ahí, que llegarían a un acuerdo. Una idea temeraria y absurda. Oslo creó una estructura aún más opresiva para los palestinos de la que tenían antes de las negociaciones de Madrid. No trajo la paz a Palestina, trajo peores condiciones, una colonización más intensa y una ocupación militar mucho más rigurosa y viciosa. Y, en tercer lugar, se necesita un cambio en Israel. Que se le haga entender que no puede hacer lo que hace a los palestinos y continuar obteniendo el nivel actual de apoyo estadounidense y europeo.

Israel ha normalizado relaciones con algunos países árabes. ¿Está Palestina más aislada que nunca?

El Centro Árabe de Qatar hace una encuesta cada año entre una docena de países árabes y cada vez sale que entre el 80% y el 90% se oponen a la normalización. Todos los años, el pueblo árabe apoya a los palestinos. No, en cambio, sus gobiernos. Tienes gobiernos árabes que han comenzado a sellar tratados de paz con Israel, como Egipto y Jordania, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Marruecos, la junta militar sudanesa. Fijémonos bien en esos gobiernos: ninguno de ellos es democrático o representa a su pueblo. Algunos son monarquías absolutas con regímenes de estado policial.

Fuente
https://www.lavanguardia.com/
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