Guerras de EEUU dejan más de 4.5 millones de muertos en 22 años

 Unos soladaos estadounidenses pasan en frente de los hombres y niños afganos.
HispanTV

Un informe revela que las guerras de EE.UU. desde 2001, so pretexto de la lucha antiterrorista, han dejado más de 4.5 millones de muertos, en Asia Occidental y África.

El Instituto Watson de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Brown (EE.UU.) ha realizado recientemente un estudio en el que se da a conocer las consecuencias de todas las guerras desatadas por EE.UU. tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, en concreto en Asia Occidental y el norte de África.

El informe titulado “cómo la muerte sobrevive a la guerra” ha examinado a las personas que perdieron la vida en Afganistán, Irak, Libia, Pakistán, Somalia, Siria y Yemen.

Además de un millón muertos directos en los conflictos bélicos estimulados por EE.UU., el reporte detalla que, más de 3.5 millones de personas murieron indirectamente por factores relacionados con la guerra, como economías fallidas, pobreza extrema, desnutrición y las enfermedades como el cólera y el sarampión.

Aunque la cifra total de decesos se desconoce con exactitud, el análisis estimó que el saldo total de las guerras podría implicar al menos entre 4.5 y 4.6 millones víctimas fatales, agregando que las cifras continúan creciendo debido a los conflictos globales.

 “Estas guerras continúan para millones de personas en todo el mundo que viven y mueren a causa de sus efectos”, explicó la autora del informe Stephanie Savell, y enfatizó que las mujeres y los niños pequeños “sufren la peor parte de estos impactos continuos”.

En otra parte de este documento, Savell expone a la luz que también las guerras de EE.UU. durante las recientes dos décadas han causado el desplazamiento de más de 38 millones de personas en todo el mundo.

“El Gobierno de Estados Unidos” podría hacer mucho más de lo que actualmente hace para cumplir con la responsabilidad que le atañe por las secuelas dejadas por los conflictos bélicos que ese propio país promovió, señaló al respecto.

EE.UU. inició la llamada guerra contra el terrorismo después de los ataques del 11-S en su territorio y, bajo el pretexto de eliminar a los grupos radicales, se cometió violaciones a los derechos humanos de las poblaciones involucradas y se desconoció decenas de pactos internacionales.


Analista militar: La CIA apoya a "monstruos" y "radicales" para sembrar el caos mundial

EEUU tiene un largo historial de apoyo a golpes militares y "revoluciones de colores" contra gobiernos extranjeros que se niegan a someterse a Washington, y de invasiones cuando todo lo demás falla. El exoficial de operaciones psicológicas Scott Bennett explica a Sputnik por qué la moralidad de sus fuerzas proxy no les preocupa.

El Ejército estadounidense entrena a mercenarios y terroristas para operaciones de desestabilización y golpes de Estado dirigidos por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) en todo el mundo, afirma este especialista.
El 14 de mayo, un importante diario estadounidense notificó la publicación de nuevos documentos del Departamento de Defensa que revelaban que la dependencia militar no estaba investigando si los militantes reclutados para sus programas de entrenamiento de fuerzas de representación habían cometido violaciones de derechos humanos.

El Congreso de Estados Unidos, que aprobó 115 millones de dólares en 2018 para reclutar, armar y entrenar fuerzas "antiterroristas" e insurgentes, ha bloqueado esfuerzos previos para exigir la investigación de antecedentes por participación en atrocidades.
Las fuerzas especiales estadounidenses entrenaron a ucranianos en tácticas de guerrilla para emplearlas contra Rusia antes del conflicto en Ucrania. Desde entonces, han aparecido vídeos que demuestran que las tropas ucranianas torturan y asesinan a prisioneros de guerra y civiles rusos.

Según Benett, no había nada nuevo en el uso por Washington de fuerzas sustitutas para desestabilizar a las naciones en su punto de mira.
Las fuerzas de operaciones especiales que las preparan están "bien entrenadas en múltiples sistemas de armas y tácticas de batalla, dominan idiomas extranjeros y son capaces de funcionar en una variedad de terrenos, paisajes políticos, entornos socioeconómicos y sistemas políticos", comentó el especialista norteamericano.

El exagente de Psy-Ops [operaciones psicológicas] explicó que una de sus principales misiones era "identificar, reclutar, entrenar, desplegar y apoyar" a militantes locales en otros países para "perturbar la situación socio-político-económica con el fin de desestabilizar el gobierno de esa nación."

"A menudo están entrenados en guerra psicológica, revoluciones de color, golpes políticos, operaciones cibernéticas y otras formas de guerra irregular", asegura el exoficial.

Esas operaciones negras suelen ser planificadas por la CIA y ejecutadas a través de las embajadas estadounidenses en los países a desestabilizar, "independientemente de lo sangriento, criminal o inconstitucional que pueda ser la misión", señaló Bennett.
Los detalles de los documentos del Pentágono, hechos públicos a través de una solicitud conforme a la Ley por la Libertad de la Información, tienen "perfecto sentido" y encajan con los objetivos, estrategias y tácticas militares estándar y de la CIA para la "guerra irregular-asimétrica", el "conflicto de baja intensidad", las "operaciones de guerra psicológica-información" y la "guerra de guerrillas", precisó.

"Las fuerzas especiales han sido notoriamente utilizadas para el entrenamiento de insurgentes armados, mercenarios y contratistas" empleados por Washington para "revoluciones de color, en guerras civiles y otros levantamientos que buscan derrocar violentamente o cambiar gobiernos", subrayó Bennett.

De acuerdo con el experto, el objetivo es "transformarlos para convertirlos en dóciles y obedientes colonias vasallas de Estados Unidos, utilizando las ilusiones de democracia, derechos humanos, libertad y otros eslóganes hipnóticos de extravío político".

El informante del Ejército añadió que Washington no tenía inconveniente en reclutar criminales violentos como mercenarios en Irak, Afganistán, Somalia y otros lugares para crear una "tormenta de miedo, violencia e inestabilidad que puede ser utilizada como una forma de guerra psicológica para coaccionar a la población a rendirse al régimen títere o dictador de Estados Unidos", con Siria, Libia y Ucrania como los ejemplos más recientes.

En respuesta a un informe del Global Times chino, según el cual personal militar estadounidense había llegado a entrenar a miembros del batallón neonazi Azov (organización terrorista prohibida en Rusia), Bennett explicó que ni la CIA ni el Departamento de Defensa aplicaban "escrutinio ético o filtro moral" a las fuerzas interpuestas que reclutaban.
Esto "no sólo es comprensible y esperable, sino que, de hecho, es totalmente intencionado y está diseñado para ser así", agregó.

"La CIA cultiva y selecciona intencionadamente a los más bárbaros, feroces, sociópatas, sanguinarios, violadores, asesinos, torturadores, monstruos, criminales, drogadictos y asesinos de niños para que sean mercenarios en las diversas operaciones de guerra irregular y revoluciones gubernamentales", acusó Bennett.

"Sólo las peores personas de la sociedad son suficientes para ejercer el dolor, el sufrimiento, el trauma y el mal sobre el resto de la sociedad para crear el caos que EEUU necesita para derrocar gobiernos y saquear los recursos de esos países", continuó.

Eso fue más evidente en Ucrania, prosiguió, donde "nunca antes se había producido tanto lavado de cerebro hasta el punto de que el pueblo ucraniano está completamente lobotomizado e hipnotizado por el fanatismo y los prejuicios raciales, religiosos y étnicos contra los rusos".

Lamentó que las instituciones estadounidenses que decían defender la democracia hayan sido "los doctores Frankenstein que han creado esta monstruosidad".

Fuente
https://www.hispantv.com
Categoria