Bel Pozueta: «Vamos a seguir luchando por los derechos y las libertades y por una justicia real. No consiguieron doblegarnos»

Bel Pozueta
Abel Aparicio
Entrevista a
Bel Pozueta

El domingo 16 de octubre de 2016 la gran mayoría de los medios de comunicación españoles informaron que en la localidad navarra de Altsasu durante esa madrugada “medio centenar de individuos atacaron a dos guardias civiles y sus parejas “, o que “entorno a un centenar de personas les increparon por el simple hecho de pertenecer a la benemérita”. La noticia corrió como la pólvora y a las pocas horas se pedía que fueran juzgados por terrorismo. Los nombres de Iñaki Abad, Jokin Unamuno, Ohian Arnanz, Jon Ander Cob, Julen Goicoechea, Aratz Urrizola, Adur Ramírez y Ainara Urkijo aparecían tanto en las televisiones como en las radios, periódicos digitales y en papel y redes sociales. Durante estos cinco años el caso ha dado varios giros y a día de hoy se encuentra en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). Sobre todo esto hablamos con Maria Isabel Pozueta, madre de Adur Ramírez, uno de los ocho jóvenes implicados en los acontecimientos.

Vayamos al inicio, ¿cómo y cuándo te enteras que Adur está entre los ocho encausados y cuál fue tu reacción?

Me entero a través de mi hijo. Fue Adur el que nos envió una noticia que se ha filtrado en un medio de comunicación en el que decía que varios jóvenes de Altsasu, entre los que se encontraba él, serían detenidos.

Mi reacción desde un principio fue miedo y una gran responsabilidad social, sobre todo por lo que nos venía. Se veía que esta vez el Estado iba a por nosotros, y cuando digo nosotros me refiero a lo que significaba el pueblo en sí. No es la primera vez que en Euskal Herria hay un montaje policial, pero sí era la primera vez que en el llamado proceso de pacificación ocurría. Lo que hicimos a raíz de esto madres y padres fue organizarnos para proteger tanto a los chavales como al pueblo.

Según varias imágenes vemos como la versión del teniente de la Guardia Civil, Óscar Arenas, no se ajusta a la realidad, ya que él afirmo que Adur vestía una camisa roja cuando las fotografías demuestran que era negra. La pregunta es, ¿por qué se da el nombre de tu hijo?

No sabemos por qué da el nombre de Adur, pero suponemos que se hace porque Adur siempre ha militado en la disidencia política. Está enfrente de lo que supone la represión del Estado español en Euskal Herria, por ello fue elegido. La camiseta roja es la que Adur llevaba en el carnet de identidad, por eso intuimos, aunque no lo podemos asegurar, que la foto del carnet es la que le habían pasado previamente al teniente de la Guardia Civil.

En las ruedas de reconocimiento, el abogado de Iñaki Abad denunció que “todos eran extranjeros. Mulatos, árabes o latinoamericanos. Es un escándalo”. Son muchos los indicios que llevan a pensar que el proceso no fue todo lo justo que se supone en un estado de derecho…

Todo el proceso es un escándalo mayúsculo, desde que no se reconoce el juez natural y se lleva el caso a Madrid hasta que desaparecen la presunción de inocencia, el principio de justicia y la proporcionalidad. Incluso antes del juicio y durante este se nos negó la posibilidad de presentar diversas pruebas.

El 21 de marzo de 2018 en el programa de La Sexta Al Rojo Vivo se emite una información del periódico La Razón en el que se habla del “pasillo de la muerte” que sufrieron los guardias civiles y sus parejas. El 26 de abril de ese año, es decir, un mes después, varios medios se hacen eco de un nuevo vídeo en el que se ve al sargento de la Guardia Civil, Álvaro Cano, supuestamente agredido y después de sufrir un pasillo de la muerte, salir del bar con la camisa blanca impoluta y sin cojear. Incluso le da un tortazo a Iñaki Abad mientras este grababa un vídeo con su móvil. La pregunta es clara y directa, ¿qué se busca con todo esto cuando las imágenes son tan contundentes?

El mensaje del pasillo de la muerte fue claro desde el principio, las patadas a la cabeza o a partes del cuerpo que podrían producir daños irreparables o incluso provocar la muerte. Todo esto se hacía para poder justificar el delito de terrorismo y las penas que se pidieron, porque si no, la gente lo vería como una pelea de bar de las múltiples que ocurren los fines de semana en todo el Estado y no se sostendría llevarlo a la Audiencia Nacional. La pena en un principio, en el caso de Adur, era de sesenta y dos años. Al bajarlas a diez, ocho o doce pretendían que nos sintiéramos aliviadas, cuando realmente cuatro años de cárcel es una barbaridad.  Pero así prepararon a la sociedad. Es un claro caso ejemplarizante, para demostrarle a la juventud que si se enfrentan a las fueras de seguridad, le puede ocurrir lo que a nuestros hijos.

En Altsasu, desde el año 2010 se viene celebrando el Ospa Eguna. ¿Cómo le explicarías esta reivindicación a alguien de fuera de Euskal Herria?

Durante los primeros años el Ospa Eguna era una caricatura para denunciar la represión de las fuerzas del orden público. En Altsasu tenemos un edificio de la Guardia Civil y en principio la caricatura iba dirigida ahí. Estos últimos años tenemos otro cuartel de la Policía Foral y también es para allí. Sobre todo, la crítica es a la presión que tenemos en Altsasu con fuertes controles y denuncias. Sobre las denuncias, este último mes se han puesto fundamentalmente a personas jóvenes que ponen carteles en contra del cierre de un colegio mayor o a favor del euskera. Esto es lo que el Ospa Eguna hacía, a través de una chirigota, como la mayoría de los carnavales, los jóvenes de Altsasu se disfrazaban de miembros de Ejército o de la Guardia Civil y hacían una performance con música y luego una comida popular. Esto, si se hubiese hecho fuera de Euskal Herria se hubiera entendido como una chirigota. Aquí se ha llevado muchos años a la Audiencia Nacional, y era la propia Audiencia la que dictaba que esto entraba dentro de la libertad de expresión. Esto nos hace pensar que la Guardia Civil se la tenía muy guardada a los y las jóvenes de Altsasu.

Entendiendo la reivindicación, cuyo objetivo último es la trasferencia total de competencias del Estado a la Comunidad Foral de Navarra, pero es un hecho que tanto los Mossos d´Esquadra como la Ertzaintza usan métodos que no son muy diferentes a los que usan las fuerzas de seguridad del Estado.

Dentro del Ospa Eguna está el Alde Hemendik (fuera de aquí), es decir, la reivindicación de hace ya muchos años en la que se pide que las fuerzas de seguridad del Estado se vayan de Euskal Herria. Pero es cierto que el Ospa Eguna no va solo dirigido a la Guardia Civil, sino también a la Policía Foral de Navarra. Y es aquí donde se abre el debate de qué tipo de policía queremos e Navarra y en Euskal Herria. Dentro del Ospa Eguna hay personas que no quieren ningún tipo de policía y otras que entendemos que en la sociedad en la que vivimos es necesario algún tipo de policía, pero tenemos que definir qué tipo de policía queremos. Si una policía para el pueblo o una policía que genere represión.

ETA anunció el cese definitivo de la actividad armada el 20 de octubre de 2011, es decir, cinco años antes de los acontecimientos del bar Koxka. El caso es llevado a la Audiencia Nacional, que finalmente rechaza que sean juzgados por terrorismo, aunque el fiscal José Perals llegó a pronunciar palabras muy gruesas, como genocidio. ¿Qué interés hay en criminalizar de esta manera a ocho jóvenes de una localidad navarra?

Habló de genocidio, de nazismo, todo ello para poder justificar una petición de terrorismo. Había que magnificar por lo alto todo lo ocurrido. José Perals decía que aún existe ETA.

En estos años hemos visto agresiones a varios agentes, como en Ceuta, Vigo, Zaragoza o Murcia, por poner algunos ejemplos. Quizá el más grave sea el de Linares, en el que dos policías nacionales agreden a un padre después de que los agentes increparan a su hija menor. ¿Qué diferencia hay entre estos lugares y Altsasu?

Que Altsasu está en Euskal Herria, no hay más. Un contenedor quemado en Calahorra en unos disturbios  conlleva una multa y aquí suponía trece años de cárcel. En el caso que nos atañe, los hechos fueron vistos como terrorismo y en otros lugares durante ese 2016 y 2017 las multas fueron proporcionales.

El 1 de junio de 2018 se dicta sentencia, condena de 2 a 13 años de prisión. ¿Qué sentiste al pensar en lo que se venía?

No confiábamos en las justicia española, eso es como querer encontrar un pozo de agua en el desierto, pero aun guardábamos cierta esperanza. Cuando vimos las penas aquello fue terrible, terrible. No entendíamos nada, fue como el principio de realidad. Al ver la respuesta tan transversal que se dio tanto en Euskal Herria como en el resto del Estado, quisimos creer que las penas serían proporcionales, pero ya vimos que no.

En septiembre de ese año se produce el acercamiento a las cárceles de Áraba y Nafarroa después de estar en Estremera, Aranjuez y Soto del Real. ¿Qué cambió?

Lo que cambió fue no estar tantas horas en la carretera con los riesgos que ello supone y sentir que los tenemos cerca. En la cárcel de Áraba los chavales estuvieron juntos en el mismo módulo, aquello ya era un acompañamiento y un respaldo. Adur e Iñaki estaban en la cárcel de Pamplona, pero solicitaron ir a la de Áraba, porque aun siendo una cárcel con instalaciones nuevas, las condiciones de vida eran mucho peores que en Aranjuez y Soto del Real.

El apoyo popular ha sido significativo, desde amplios reportajes, manifestaciones, concentraciones o la canción Aurrera Altsasu, cuya letra es del bertsolari Jon Maia y que cuenta con más de tres millones de visualizaciones. ¿Os esperabais algo así?

El apoyo popular ha sido crucial. Nos hemos sentido muy apoyados, trabajando como hormigas en cualquier espacio que pudiéramos mostrar lo ocurrido. En cuanto a la canción, pensamos que ese tema pudiera escucharse en todas las fiestas de Euskal Herria durante el verano de 2017, pero finalmente la presentamos en septiembre. Nos llamaron de decenas y decenas de pueblos, colegios e institutos. La canción se convirtió en un hito de nuestro caso.

Como diputada en Congreso de los Diputados por EH Bildu, ¿qué opinión te merece la respuesta de los diferentes partidos de izquierda del resto del estado?

La respuesta de los diferentes tipos de izquierda fue variando. En un principio fue como la tomada con cualquier acto de izquierda abertzale, se cerraron en banda con la versión oficial, pero poco a poco fue variando gracias al trabajo de investigación de los medios de comunicación de Euskal Herria. Nos hemos encontrado con un PSOE y un PSN que no quisieron tomar parte y, si la tomaron, fue a favor de la versión de la Guardia Civil. Partidos como Podemos sí han estado ahí. Otros partidos o grupos más pequeños que Podemos nos han dado su apoyo y hemos estado en sus pueblos y ciudades. Vimos como en Asturias, Galicia, Madrid, Andalucía, Catalunya nuestro caso ha sido apoyado y se ha cuestionado mucho la actuación tanto de la Guardia Civil como del poder judicial.

El 20 de julio de este 2021 el TEDH admite a trámite varios recursos del caso Altsasu ¿Hay alguna novedad? No sería la primera ni la segunda ocasión que la justicia europea le saca los colores a la española.

Lo cierto es que no tenemos muchas esperanzas por informaciones o que nos llegan o que intuimos, pero aunque no nos dé la razón, nuestro caso será recordado durante muchos años tanto en Euskal Herria como en el resto del Estado.

Para finalizar, déjanos una frase o una cita que para ti defina todo lo que habéis vivido en Altsasu hasta la fecha.

La concreción de la injusticia vivida en la carne de nuestros hijos y lo que es la fortaleza de la unión y solidaridad entre los pueblos. Esto aún no ha acabado, las condenas terminan en 2024 y 2025 aunque estén en tercer grado. Esto ha sido una lección de vida y tenemos claro que allá donde se produzca una injustica, todo lo que esté en nuestra mano, allí estaremos. Vamos a seguir luchando por los derechos y las libertades y por una justicia real. No consiguieron doblegarnos.

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https://nuevarevolucion.es/
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